Washington,
EFE.
El principal reto que enfrenta América Latina es "cómo adaptarse y
prepararse para un entorno externo incierto" dada la volatilidad del
precio de las materias primas y las bajas tasas de interés mundiales, indicó
este lunes Alejandro Werner, nuevo director del departamento del Hemisferio
Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Los precios de las
materias primas, que han respaldado el crecimiento en muchas economías, podrían
estancarse o bajar. Y las tasas de interés mundiales terminarán subiendo, y eso
influirá en los reembolsos de la deuda local y externa de los países
latinoamericanos", explicó Werner en una entrevista con la revista del
organismo dirigido por Christine Lagarde.
Asimismo destacó que
"las grandes entradas de capital están generando cierta volatilidad en los
mercados financieros nacionales", aunque reconoció que están siendo beneficiosas
para los países de la región.
"Primero, América
Latina ha crecido con rapidez en comparación con el resto del mundo y
continuará haciéndolo, según los pronósticos. Segundo, su política fiscal sigue
una trayectoria estable. Y, tercero, su población es muy joven y eso crea un
entorno favorable para la inversión productiva", sostuvo al explicar el
atractivo de la región para los flujos de inversión.
El Fondo señaló en sus
últimas previsiones de crecimiento mundiales, divulgadas en enero, que la
economía latinoamericana crecerá un 3,6% en 2013.
Werner, economista mexicano,
se incorporó al FMI en enero de 2013, en sustitución del chileno Nicolás
Eyzaguirre, y hasta entonces había trabajado como titular de banca corporativa
y de inversión de BBVA Bancomer.
Por países, el nuevo
economista jefe del Fondo destacó el papel clave que juegan en la región
"Brasil y México, que tienen economías grandes y sistémicas".
"Estas economías han
sido sumamente saludables y pujantes, así que nuestro rol es brindar el mejor
asesoramiento posible para que sigan afianzando sus marcos fiscales y
monetarios, desarrollando sus mercados de capital y modernizando sus marcos
regulatorios", explicó.
Por otro lado, citó a
"importantes países exportadores de materias primas como Chile, Colombia y
Perú, que se han beneficiado sustancialmente de los buenos términos de
intercambio".
Como recetas para la región,
Werner remarcó la necesidad de "elaborar políticas conducentes a aumentar
las tasas de ahorro y seguir reduciendo la relación deuda/PIB, tanto pública
como privada".
Además, instó a "pasar
de una estrategia de crecimiento más basada en las materias primas a una que
sea más autosustentable y esté basada en los servicios, la manufactura y la
construcción".
Por último, destacó la
efectividad de "los programas de transferencias condicionales destinadas a
los segmentos más pobres de la sociedad" para reducir la desigualdad y la
pobreza.
Aunque, subrayó, es aún más
importante "implementar programas que fortalezcan el acceso y la calidad
de la educación y la salud, que en última instancia son los determinantes a
largo plazo más importantes del crecimiento, la generación de empleo y la
reducción de la pobreza".
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